Pasado
mañana ya llega la primavera. Que conste que ya tenía ganas, pues los inviernos
sorianos se hacen duro. Y si tienes que salir a entrenar la dureza se
multiplica. Espero que el buen tiempo y el solecito se impongan y la nieve, la
lluvia y el frío no vuelvan hasta dentro de muchos meses.
Con la
finalización del invierno ha coincidido, o casi, el final de mi temporada, que
no sólo ha sido invernal, sino más bien ha estado a caballo entre el pasado
verano y el Campeonato de España de Cross de Granollers, hace diez días. Sí,
sí, habéis leído bien. Ya a mediados de agosto comencé a entrenar fuerte para
el que sería el primer objetivo de una temporada que se ha hecho larga, pero
que ha resultado fructífera y muy positiva. A grandes rasgos la podríamos
resumir de la siguiente forma:
Desde
mediados de agosto, que comencé a preparar el Maratón de Valencia, hasta finales
de noviembre sería la primera fase o primera etapa. Más o menos sabéis lo que
supone entrenar un maratón, pues así fue, kilómetros y más kilómetros, series y
más series, intercalando alguna Media Maratón y algunas de las primeras
carreras de campo a través de la temporada. En Valencia las cosas no salieron
como nos habría gustado. Calor, elevadísima humedad, sensación de pesadez en
las piernas desde el primer kilómetro. Se hizo duro, durísimo, el maratón, pero
tenía que acabar, tenía que demostrarme que puedo con la distancia, que no
podía desfallecer. No conseguí la marca deseada, pero el hecho de llegar a meta
en 2h40´55´´ demostrándome que sabía sufrir, que valía la pena el trabajo
realizado, lo creáis o no, me ayudó positivamente a afrontar el siguiente reto
maratoniano y a entrenar con relativa tranquilidad.
Siguiendo los pasos del gran Modesto Álvarez
Tras un merecido
y corto descanso, entramos ya en el invierno y las típicas pruebas de cross,
pero también de las esperadas y populares San Silvestres. En el pasado
diciembre me hizo mucha ilusión subir a lo más alto del podio en dos pruebas
como la de Salamanca, por su dureza y por las rivales que había, y en Pamplona,
pues siempre se disfruta de forma especial cuando se compite, y se gana, en
casa. La alegría es doble y eso de tener a tanta gente animándome y apoyándome
me dio un subidón importante.
En el podio de la San Silvestre de Pamplona
Una vez
en 2013, y viendo las dificultades para poder entrenar y llegar al estado
óptimo de forma, decidimos irnos al sur (al Polo Sur, como cariñosamente me
gusta llamarle a mis amigos de allí). Así que carretera y manta para plantarnos
en Fuengirola, donde estuvimos casi dos semanas entrenando entre Mijas y
Fuengirola con sol, con buen tiempo y acompañada de parte del grupo de entreno
de Agustín Molina, Javi Díaz Carretero, Fran Aguilera, etc. Era una gozada eso
de rodar y hacer series en manga corta, disfrutando de los rayos del sol y una
temperatura muy agradable. Habrá que repetir.
Eso sí,
sin perder tiempo, desde allí nos marchamos para correr la Media de Santa Pola,
que sería un punto de control importante de cara a conocer el estado de forma
antes de la prueba más importante para mi temporada: el Maratón de Sevilla.
Aunque ha sido muy reciente y la tendréis fresca en la memoria, os comento que
me fue realmente bien. Fueron muchas las sensaciones vividas. Un maratón
siempre es duro, sacrificado, exigente, pero cuando te sale bien parece que
todo ha sido más fácil. Tanto el puesto (cuarta clasificada) como el tiempo
conseguido (2h35´40``) me dieron un subidón grandísimo, me colmaron de alegría y
felicidad y me animan a seguir pensando que quiero progresar en esta prueba,
que quiero dominar a la distancia y acercarme a las mejores.
Feliz y satisfecha tras atravesar la meta del Maratón de Sevilla
Estas han sido unas breves pinceladas de los momentos más destacados de mi temporada invernal 2012-2013. Ahora me encuentro recuperándome, realizando entrenamientos suaves, cómodos, disfrutando de correr, de la música, del asfalto, hasta de la nieve y el frío, jejeje. Cuando el camino esté más despejado, sabré qué me deparará el futuro más o menos cercano, iré poniendo marcas en el calendario para enfocar y preparar el trabajo a desarrollar. Espero sentiros cerca para que todo se haga más fácil y llevadero.
Gracias
por vuestro apoyo, aliento y ánimos.